Los desiertos extraños habitan en los lugares sagrados, en el dolor y la alegría de la existencia, en lo previsto e imprevisto, en el deseo y la pasión, en la nostalgia y el miedo. Las materiales del espacio, el sol y el horizonte de futuros posibles e imposibles marcan la línea de la vida. Son un compendio de sensaciones y emociones, evocaciones reales en algunos casos e imaginarias en otros. A través de las palabras mis espacios se deslizan por el pasado y el presente intuyendo un futuro siempre ""extraño"". Intentando reflexionar. El tiempo y el espacio son los ejes de mi existencia poética y mi particular filosofía. Los desiertos míos son estancias sin sombras, visible silencio y arena del tiempo. Sí, son ""extraños"", los desiertos siempre son extraños porque siempre nos sorprenden, cada momento de la vida es una sorpresa y un regalo, cada momento de la imaginación es un milagro y una sorpresa que nos proporciona esa materia extraña que es la creación.