Entre los textos latinos que nos ha legado la antigüedad cristiana destaca poderosamente la Regla de San Benito. Tanto por sus cualidades intrínsecas como por el influjo que ha ejercido en la evolución de la vida religiosa en Occidente y aun en la formación misma de Europa. Lenguaje sobrio y claro, discernimiento y moderación en sus ordenaciones y directrices, profundo sentido de lo humano no menos que de lo sobrenatural, pasión por lo real y lo auténtico, cristocentrismo que todo lo aglutina y vivifica, son algunas de sus características más notables. Se la ha calificado de «condensación monástica para el futuro». Y en realidad no sólo resume de un modo genial la doctrina y las instituciones de los Padres, sino que ha llegado hasta nosotros con un mensaje perfectamente válido, como lo atestiguan los miles de monjes y de monjas que siguen practicándola hoy día. La BAC no podía menos de ofrecer al público de habla castellana una obra de tal envergadura. Lo hizo ya en 1954 al publicar la obra San Benito: su vida y su regla. Hoy vuelve a ofrecerla, en segunda edición, envuelta en un ropaje enteramente nuevo, como homenaje a la insigne figura del Santo. Esta nueva obra de la BAC es fruto de la colaboración de dos monjes -un benedictino y un cisterciense-, ayudados por otros religiosos del monasterio gallego de Santa María de Sobrado. El P. Iñaki Aranguren ha elaborado una nueva traducción castellana del viejo texto latino; con cuidado y amor ha procurado captar los matices más delicados del lenguaje de San Benito. Al P. García M. Colombás se deben la introducción y el comentario. En la primera aborda el autor los problemas que plantea la Regla y propone las soluciones más seguras a la luz de los resultados de la moderna investigación; el comentario se propone como fin principal esclarecer y aquilatar la doctrina espiritual y monástica de San Benito, sin olvidar el estudio de sus instituciones. El texto latino es el debido al monje casinense Agostino Lentini, modificado en unos pocos pasajes. Una bibliografía puesta al día permitirá al estudioso ampliar sus conocimientos sobre un texto que no deja de ocupar y preocupar a críticos, filólogos e historiadores.