En torno a los orígenes del cante flamenco es un ensayo histórico sobre flamencos, no sobre música; ni siquiera sobre música flamenca, sino sobre flamencos: intérpretes del cante flamenco. Obra inducida por una afirmación de un flamenco: Juan Talega. Decía Juan Talega: «Echando este pueblo fuera (Morón) éste, éste, cuando se coge el tren pa Sevilla, digo pa Cái, no me gustan las desviaciones, sino todos los pueblos rectos por esa misma vía, ese mismo ferrocarril. Sarvo excepciones, que es sólo Morón, sólo ¿eh? Me gusta Utrera, me gusta Lebrija, me gusta Las Cabezas, me gusta Jerez, El Puerto, los otros hasta Cái; desviaciones ninguna, pero ninguna absolutamente; ...» Se estaba refiriendo al domicilio de familias cantaoras. Para Juan Talega esto era un hecho. La vivencia de Juan Talega nos indujo a crear una base de datos de cuantos cantaores profesionales de flamenco se tenía algún tipo de registro: sonoro o literario. Los datos importantes eran: lugar de nacimiento; actividad laboral previa a su dedicación profesional; antecedentes familiares, etc.. Nos dice Humboldt en 1799: «Pepe, bailaor de volero del teatro de Málaga, igualmente delgado, de mejillas flácidas, con el aspecto de uno que, sin llegar a estar enfermo, está cansado por tanta vida nocturna. Se habló de él como de una persona que sólo vivía del canto y la danza.» Este es el flamenco que estamos inventariando, el que vive del cante; no el que vive de la danza o el toque (de guitarra), sólo del cante. Y no es que no sean flamenco los profesionales de la guitarra o el baile, lo son... Por supuesto que se anotan las opiniones de musicólogos e historiadores; entre otras la de Don Jualián Ribera Tarrego, quien en su obra La Música de las Cantigas Alfonso X El Sabio, señala 18 de ellas en compases flamencos; y su opinión: «... son seguiriyas gitanas, soleares, playeras, sevillanas floreadas, 'cante hondo andaluz', etc.; y su tesis sobre esta música que, como cualquiera de las otras ciencias, -matemáticas, filosofía, medicina, física, etc. - había llegado al Occidente procedente del mundo clásico, del que un área importante de la Península Ibérica fue parte, tanto en su etapa fenicia como las posteriores griega y romana.»