Este ensayo de cristología reflexiona sobre la articulación del binomio Dios y Jesús, comparando las distintas concepciones que se tienen de Dios con la imagen que se desprende del Padre mirando al Hijo. El verdadero rostro de Dios sólo puede ser reconocido en Jesús de Nazaret, al mismo tiempo que las profundidades de conciencia de este judío del siglo I sólo son agotadas si las ponemos en relación al Dios de quien vivió y al que sirvió a lo largo de su existencia terrena. Dios en Jesús y Jesús en Dios es la óptica formal que ayuda al lector, a lo largo de los distintos capítulos, a evangelizar sus imágenes de Dios; conscientes de que la comunidad cristiana tiene que definirse permanentemente ante una alternativa: servir al Dios vivo y verdadero barruntado en el rostro de Jesús o servirse de un Dios fabricado a imagen de nuestros deseos y proyectos, un Dios humano, demasiado humano.