Según Ulrich Beck, el futuro del trabajo en Europa se puede ver ya materializado en Brasil: en muy pocos años, tan sólo uno de cada dos empleados tendrá un puesto de trabajo fijo a tiempo completo. La otra mitad, prosigue, deberá arreglárselas batallando con las más precarias condiciones laborales. Así las cosas, es evidente que los cimientos del Estado asistencial y de la propia democracia corren un grave peligro. Beck sostiene que necesitamos un nuevo modelo social que recoja el testigo de la actual sociedad laboral, cada vez más deteriorada. Y afirma que el mayor reto del futuro es que la sociedad civil se comprometa y luche por hacer realidad este nuevo modelo social.