Desde la antigüedad clásica las disciplinas académicas se han clasificado, descrito y valorado, pero no fue hasta la Ilustración y el siglo XIX que no fue objeto de discusión. Tanto desde la epistemología como desde la sociología se ha sostenido y se sostiene que las distintas disciplinas tienen un espíritu, unos objetivos y métodos de trabajo que las distinguen radicalmente. Hoy en día, ¿en que situación se encuentran las disciplinas académicas? Desde que se habla de la interdisciplinariedad y sus beneficios, ¿cuáles son las conexiones entre las distintas disciplinas y sus representantes? ¿Cómo se ven a sí mismas y cómo ven a las otras disciplinas universitarias? ¿Cómo entienden su propia función desde el punto de vista científico y social? Todas estas preguntas han animado a Tony Becher a llevar a cabo una investigación detallada de todos los contenidos de las diversas disciplinas, trazando un mapa del territorio del conocimiento y de la preparación académica y a caracterizar a los que habitan y cultivan estas diferentes áreas del saber. Su análisis resulta fascinante y de una importancia decisiva. No sólo permite replantear las tradicionales clasificaciones de los conocimientos sino que también ofrece criterios que pueden guiar las decisiones políticas y prácticas.