Se suele atribuir a los intelectuales españoles cierta paternidad en el establecimiento, auge e incluso derrumbe de la II República. En este libro se intenta precisar en primer lugar el peso de su papel en la génesis del sistema republicano, y la amplitud y tonalidad de sus relaciones con el poder político durante el bienio azañista, tanto a través de las Cortes como de las instituciones culturales del nuevo régimen. El estudio de la diferente evolución de los distintos sectores de la intelectualidad española (desde la derecha de Acción Española hasta los «rebeldes» del Ateneo) ante el curso de los acontecimientos, políticos y sociales, durante este bienio, abre paso al análisis de la, radicalización y las vacilaciones de los intelectuales frente a la agudización de los conflictos sociales en los años 1933-34, hasta la creciente polarización creada entre ellos por la Revolución de Asturias y la llegada del Frente Popular.