Frente a la concepción meramente biologista de la sexualidad, el autor aporta una visión interdisciplinar donde la biología se relaciona con la antropología, la historia y la sociología. Asimismo, se integran los dominios afectivo y cognitivo y la importancia del lenguaje en la construcción del conocimiento. El libro se inicia con una reflexión sobre los mitos y la función de la sexualidad, y sobre sus repercusiones en la educación sexual. Le siguen un conjunto de experiencias desarrolladas en los distintos niveles educativos (de los 0 a los 20 años), donde se sugieren alternativas concretas de aplicación en el aula. Y, sobre todo, se propone una metodología constructivista que, partiendo de los intereses e ideas previos del alumnado ofrece pautas de actuación al profesorado para que pueda trabajar autónomamente. Teoría y práctica están presentes en todo el texto; como lo está una visión del conocimiento que apunta siempre hacia la transformación social.