Pocos occidentales están tan capacitados como Paul Balta para presentar -y con qué brío- las constantes históricas y la evolución reciente de los pueblos del Magreb, su vida cotidiana y sus envites para el futuro. Este especialista en el mundo árabe y musulmán, nacido en Alejandría, ha surcado en todas las direcciones, durante cuarenta años, Libia, Túnez, Argelia, Marruecos, Mauritania y la República Saharaui: lo que se llama el Gran Magreb. Mantiene con cada uno de estos países una amistad entreve rada de familiaridad e incluso de pasión; aprecia en ellos sus cualidades y no se deja atrapar por sus defectos. Atento a los sobresaltos culturales, a las vacilaciones políticas, a las voces del integrismo, a la fascinación de la modernidad, Paul Balta observa los desgarros que suscita en estos pueblos el reto del año 2000. Sin olvidar el peso del pasado colonial, describe y analiza el historial del Magreb contemporáneo: la emigración y la miseria rural, la urbanización y sus consecuencias, la demografía galopante, la reforma de la escuela, la situación de la mujer, el peso del islam, las lagunas de la investigación científica y de los medios de comunicación, la potencialidad de la Unión del Magreb árabe... Este libro, escrito con la complicidad de Claudine Rulleau, es algo más que un ensayo detallado y preciso de sociología política del Magreb: muestra hasta qué punto son interdependientes los destinos del norte y del sur del Mediterráneo, y lo hace con la intención de llegar a un público no necesariamente especializado pero sí consciente de que el destino de las dos riberas del Mediterráneo es común, desde hace siglos, y que seguirá siéndolo para bien o para mal.