Como tipología, los edificios de oficinas probablemente han afrontado más retos y sufrido mayores cambios en los últimos años que cualquier otro tipo de edificio. La creciente globalización económica, las nuevas tecnologías de información y comunicaciones, así como los nuevos retos medioambientales, plantean demandas en un sector de la arquitectura que, durante casi un siglo, ha estado marcada por las normas y estándares constructivos y las exigencias de la organización interna. No obstante, las antiguas soluciones ya no son viables para muchas empresas modernas, en las que la flexibilidad y movilidad determinan el día a día de una nueva generación de empleados nómadas. La arquitectura tiene que adaptar su práctica de proyecto a estos nuevos planteamientos.
Con setenta significativos ejemplos internacionales de los últimos cinco años, el libro muestra, de forma sistemática y con apartados temáticos, cómo deben resolverse los nuevos temas a los que se enfrenta el arquitecto.