En una calurosa tarde de Julio de 1.937, en plena Guerra Civil española, el Requeté de Nuestra Señora de los Reyes inició un penoso asalto a un cerro dominado por las fuerzas republicanas. Ni la acción militar tenía posibilidades de éxito, ni tampoco la posición enemiga parecía de un alto valor estratégico. Sin embargo, los mandos dieron la orden de ataque y los soldados la obedecieron fielmente. Se inició una cruenta batalla, en la que los dos bandos lucharon con fiereza sin que la suerte de la batalla estuviera ni mucho menos decidida.
El azar hizo que Benjamín, un joven tradicionalista que se alistó para luchar en defensa de la religión católica, cayera herido y rodara por un terraplén en cuyo fondo se pudo proteger en una pequeña cueva. Al rato, un ruido le despertó de su semiinconsciencia. Acababa de entrar en su improvisado refugio otro soldado herido, pero en esta ocasión del bando republicano. Se trataba de Ignacio Casaus y procedía de una rica familia andaluza, de la que el rencor le hizo renegar. Al encontrarse frente a frente se enzarzaron en una lucha a muerte, hasta que, agotados, decidieron que era más inteligente cuidarse mutuamente las heridas, y esperar a que el vencedor de la batalla que se libraba sobre sus cabezas viniera a recogerlos.
Así comienza esta importante novela que le cautivará, por la humanidad que emana desde sus primeras líneas. Divertida y apasionada nos ayudará a comprender las pasiones humanas que siempre laten tras las decisiones personales, muchas veces ocultadas, interesadamente, bajo el manto de los grandes ideales.