El presente texto reúne los resultados de una serie de investigaciones que forman parte de los trabajos enmarcados en el Informe FOESSA 2008, destinado a estudiar el desarrollo social español en las últimas décadas. La concreción de su estudio se centra en las políticas sociales que se dirigen prioritariamente a proteger o dar respuesta a riesgos en una dimensión concreta: falta de empleo, salud, renta o de vivienda. Por ello, como objetivo principal se centra en la identificación de vulnerabilidades y riesgos sociales a los que se enfrentan las poblaciones en situación de mayor desfavorecimiento, en procesos y trayectorias de exclusión social y el acceso y uso de los mínimos de estos sistemas por parte de poblaciones en situación de pobreza y fuerte vulnerabilidad. Por todo ello se antojan como fundamentales las reformas de las políticas sociales que desde hace más de tres décadas han seguido un itinerario de modernización de sus estructuras, extensión de su cobertura, ampliación de su campo de actuación y mejora de los niveles mínimos. Aunque sin duda, lo que más claramente recoge este estudio es que el despegue económico de la pasada década no se ha reflejado en disminución de las desigualdades sociales, ni en una apuesta por políticas sociales universales, redistribuidoras, generosas y garantistas. En definitiva, no se ha aprovechado para fortalecer las débiles estructuras de nuestro Estado de bienestar. La pregunta es si estas estructuras van a dar respuesta a las situaciones de necesidad (desempleo, pobreza, falta de vivienda, salud precaria...) que se están planteando y funcionar como un mecanismo de integración y cohesión social.