Ingrid Gehring es una fotógrafa por descubrir y una mujer detrayectoria reveladora. Tras una dolorosa odisea familiar, yarrastrando una relación compleja con su madre, llegó a Barcelona para trabajar en la publicidad. Fue directora de arte en agenciasinternacionales de referencia, y fue una excepción femenina en unentorno básicamente masculino. También fotografió desde la miseria del Somorrostro hasta el lujo que perseguían las grandes marcascomerciales, y se reconoció su trabajo con distintos premios. Quisodetener su trayectoria meteórica en 1971, cuando la publicidad entróen contradicción con sus principios, y decidió emprender un viaje ensolitario a la India. Al volante de una Volkswagen de segunda mano ycon tres cámaras y cien rollos de película, en este periplo deautodescubrimiento visitó Turquía, Persia, Afganistán y Nepal, dondeconoció unas culturas y formas de vida muy diferentes a lasoccidentales. El viaje la obligó a luchar por su vida más de una vez,pero también le permitió conocer al Dalai Lama y comprender laimportancia de la meditación. Incluso creyó que, si invitaba a sumadre a reunirse con ella en Katmandú, podría ayudarla a encontrar una serenidad que la guerra parecía haber eliminado por completo. No fueasí, y se marchó enfadada.