Un brutal asesinato hará que se crucen los destinos de un detective, un periodista y un ladrón de poca monta.
Frank Taylor, un novato ambicioso y con tendencia a la corrupción, y Dave Thomas, un detective honrado, forman parte del dispositivo policial especial encargado de limpiar el West End londinense de buscavidas, estafadores y chicas fáciles durante el Campeonato del Mundo de Fútbol de 1966.
Durante un control rutinario algo se tuerce, y Frank recurre a sus superiores para que lo destinen a él y a su compañero a otra operación, a una más segura.
Poco después, el brutal asesinato de tres policías conmociona a la opinión pública inglesa. Dave es uno de los policías asesinados, y Frank no puede dejar de pensar que su muerte es una tragedia provocada por él mismo.
Sin embargo, para Billy Porter, autor material de los hechos, todo forma parte de un plan que salió horriblemente mal, lo cual supone el comienzo de una rocambolesca huida que pondrá en jaque a la policía. Pero para un joven periodista del Sunday Illustrated, el crimen es el golpe de suerte que estaba esperando y un revulsivo a toda una serie de instintos siniestros a los que es incapaz de resistirse.
Ambiciones personales, bajos instintos y acciones desesperadas se entretejen magistralmente en la segunda novela de Jake Arnott.