Las industrias culturales, como se ha señalado desde la Dirección de Inteligencia Económica de la Asamblea de Cámaras Francesas de Comercio e Industria, ejercen desde hace tiempo un papel central en las confrontaciones económicas y son un vector esencial de las estrategias de influencia. Concretamente, el sector cinematográfico adelantó su entrada en la «era de la geoeconomía» constituyéndose desde los años veinte del pasado siglo en objeto de confrontación entre Estados Unidos y los países europeos, instalándose desde entonces en la vanguardia de la "guerra económica". Este texto, donde se examinan entre otros asuntos las negociaciones sobre servicios audiovisuales de la Ronda Uruguay en el marco del GATT, aborda los orígenes, los fundamentos, las motivaciones político-económicas subyacentes e implicaciones del debate y del enfrentamiento de carácter internacional que emerge a principios de los años ochenta del siglo pasado en torno a la excepción cultural. Asimismo, el autor pone de relieve el papel desempeñado por la información estratégica en la expansión exterior de la industria del cine de Estados Unidos.