Antonio Aparicio (Sevilla, 1916-Caracas, 2000). Por zona de fechas, amistades y vínculos literarios, Antonio Aparicio pertenece a la generación del 36. Nació y vivió parte de su juventud en Sevilla. El ambiente cultural de la ciudad le lleva al Ateneo Hispalense, al periódico El Liberal y a la Universidad Popular de Sevilla. En este período de anteguerra, colabora en las revistas sevillanas Hojas de poesía y Nueva Poesía, la gaditana Isla y la zaragozana Noreste. En marzo de 1936 viaja a Madrid, donde le sorprende la guerra. Será en ella donde intensifique su vocación literaria, en consonancia con el ideal ético y político de lucha popular. Su labor poética fue recogida en los Romanceros de guerra. Editó una pieza de teatro de urgencia, Los miedosos valientes. En 1938 publica Elegía a la muerte de Federico García Lorca, incluida íntegramente -con variaciones importantes- en Fábula del pez y la estrella (1946). Durante los años de exilio en Chile, colaboró en La Verdad de España, El Siglo y España Libre. Regentó la Librería Arte, en Santiago. La trayectoria poética de Aparicio queda completada con la plaquette Domador de la aurora, 1963, y cuatro libros: la citada Fábula del pez y la estrella; La Niña de Plata, 1955; Ardiendo en ira, 1977; Gloria y memoria del arte de torear, 1981. Gran parte de su obra creativa quedará dispersa en revistas y también inédita (uno de sus poemarios originales, Ciudad sin comparación, ha visto la luz recientemente). Su obra en prosa comprende, junto a una evocación de Miguel Hernández (El rayo que no cesa, 1953), el ensayo Cuando Europa moría o doce años de terror nazi (1946) e innumerables artículos sobre pintura, literatura y política. Escribió para El Nacional (del 54 al 63 mantuvo una columna diaria, «Escrito sobre el aire»). Y dirigió un programa radiofónico de información, El Diario Español. Tras cinco años en Sevilla (en su regreso a España), del 64 al 68, el autor vuelve a residir en Caracas. Fue jefe de redacción del semanario Resumen. Antonio Aparicio Herrero falleció, a las ocho de la tarde del día ro de julio de 2000, a los ochenta y cuatro años de edad. Cuatro años después de su muerte, gracias a la colección Biblioteca del Exilio, llega este Corazón sin descanso. La dispersión y la dificultad de localización de sus obras -agotadas desde hace tiempo- hacen que esta poesía reunida de Antonio Aparicio -preparada por Sol Aparicio de Léger y José María Barrera López, y con prólogo de éste último-, que ahora se ofrece -summa de libros poéticos publicados en vida del escritor-, se convierta en una primera invitación a la lectura global de su significativa producción literaria. Sol Aparicio de Léger (París, 1951) es psicoanalista y vive en París. José María Barrera López (Osuna, Sevilla, 1955) es profesor de literatura española en la Universidad de Sevilla e investigador de la vanguardia hispánica.