PRÓLOGO DE JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ ZAPATERO Los autores y el editor de esta biografía en imágenes, que me parece muy atractiva pues la puede acercar a mucha gente y en especial a muchos jóvenes, me brindan una ocasión de evocar a uno de los personajes más interesantes M pensamiento político progresista y liberal M siglo XIX en España. Si los seres humanos se definen por lo que hacen y se les recuerda por lo- que hicieron, Nicolás Salmerón y Alonso (Alhama de Almería; 1837-1908), que en este año celebramos el centenario de su muerte, ha de ser recordado como un político de plenas convicciones democráticas, como un hombre de principios y como un filósofo que contribuyó a difundir el pensamiento ilustrado, humanista y progresista en España. Nicolás Salmerón hizo suya la defensa del proceso de secularización del Estado y de la sociedad española en el último cuarto del convulso siglo XIX, reconociendo al Estado español como no confesional en la Constitución non nata de 1873 e intentando establecer una legislación laica. La libertad de enseñanza y el valor de la educación como elemento capaz de trasformar los pueblos, así como la defensa de los derechos de las personas y la política social hacía los más pobres estuvieron presentes en su ideario personal y político. No en vano propugnó la educación primaria obligatoria y pública hasta los 14 años, consciente de que uno de los grandes males que padecía España radicaba en la falta de una buena educación. Con el objetivo de alcanzar una más equitativa distribución de la riqueza, alentó un activo reformismo social y económico, preferible siempre -como sistema de cambio- a cualquier revolución violenta y a los rígidos principios abstencionistas que el individualismo económico predicaba respecto M Estado. Nicolás Salmerón fue además un hombre de principios que no dudó en dimitir de su cargo de Presidente del Poder Ejecutivo antes -que firmar tres sentencias de pena de muerte. El diálogo aquí con Nicolás Salmerón se hace particularmente estrecho para mí, en calidad de Presidente de un Gobierno que ha adquirido un compromiso claro contra la pena de muerte y en defensa de los Derechos Humanos. Estamos dando pasos para la creación de una Comisión Internacional que luche por la abolición universal de la pena de muerte y, como primer paso, por una moratoria mundial de aplicación de la misma para 2015. Como filósofo racionalista, pedagogo y Catedrático de Metafísica, Nicolás Salmerón perteneció, a la corriente del krausismo español y al institucionalismo. Fue discípulo de Julián Sanz del Río, principal introductor de la filosofía de Krause en España, y amigo personal de Francisco Giner de los Ríos, fundador de la ?Institución Libre de Enseñanza? en 1876. A todos ellos les debemos su gran esfuerzo de europeización de España, de vinculación de la ciencia con la cultura, de fomento de la educación en valores de libertad y tolerancia, de la introducción, aunque tardía, de los postulados de la Ilustración en España y de ejemplo de conciencia democrática y liberal. A pesar de los obstáculos tradicionales, representa la España incluyente y no excluyente, ilustrada, humanista y crítica, de la que posteriormente se alimentaran otros sectores de la filosofía liberal española, como Ortega y Gasset, o intelectuales socialistas, como Julián Besteiro, Fernando de los Ríos o Indalecio Prieto ?socialista a fuer de liberal?. Estoy convencido de que la memoria y el estudio analítico y crítico de toda esa etapa de nuestra historia contemporánea puede continuar suministrando buenas y sólidas bases éticas y científicas para la acción personal y colectiva y para vida intelectual y política española de nuestro tiempo. José Luis Rodríguez Zapatero Presidente del Gobierno de España