Multiplicidad, fragmentación, polimorfismo, casuística... son palabras que cabe relacionar con la legislación penal de la España moderna y su compleja regulación de tipos delictivos, modelos institucionales de una maquinaria jurídica al mismo tiempo conectada con la tradición y dispuesta a la adaptación práctica, en una maraña normativa de específicas y poliédricas descripciones de las acciones castigadas según variopintos factores objetivos y subjetivos, y con una batería de castigos resistente o flexible al compás de los rigores de la política criminal. Junto a un estudio del concepto moderno de delito, a la luz de la doctrina jurídica y teológica, este libro compone fundamentalmente un álbum concreto y detallado de los tipos delictivos en la legislación de Castilla, Navarra, Aragón, Cataluña y Valencia, con la razón de exponer, sin renunciar a un orden lógico y conforme a las fuentes, el panorama completo y exhaustivo de la heterogeneidad de las conductas calificadas como punibles, y así sometidas a prevención y represión por la administración de justicia, con la añadidura complementaria de las penas aparejadas.