Uno de los motivos que justifican la publicación de esta obra parte del convencimiento de que todo conocimiento y aprendizaje científico es la respuesta a un problema previamente planteado, por lo que, los conceptos y las teorías se deberían presentar conectando con problemas que puedan servir de acicate para su desarrollo. Sin embargo, pocas presentaciones escritas acerca de aspectos de la ciencia en general o de la física en particular presentan los contenidos de este modo. En lugar de ello, los textos de física muchas veces muestran los conceptos y las teorías como unas entidades ya elaboradas. Frente a esta forma más tradicional de presentar los conocimientos científicos, en este libro hemos optado por plantear al inicio un gran problema, que denominamos el problema de la relatividad. Este problema actúa como un hilo conductor a lo largo del libro entero, de modo que todos sus capítulos remiten a él para mostrar avances y dificultades de la relatividad a lo largo de la historia. Al estructurar los contenidos sobre relatividad de este modo confiamos en que se mostrará el carácter tentativo que ha acompañado a la construcción del conocimiento y se percibirá que los conceptos relativistas conforman una unidad, es decir, constituyen un conjunto coherente de conocimientos.