Esta especie de novela, escrita por Alphonse Allais en 1902, narra las aventuras y mixtificaciones de un personaje que inmediatamente se hace tan desternillante como inolvidable, el Captain Cap. Inspirado en un camarada de Allais, Albert Caperon, sus andanzas se inician con la postulación del Captain Cap a las elecciones legislativas francesas de 1893 por el IX distrito de París con un programa antieuropeo y antiburocrático que incluía soluciones tan brillante como la conversión de la plaza de Pigalle en puerto marítimo, la construcción de un fuerte y una plaza de toros en la colina de Montmartre, el restablecimiento del libertinaje con vistas a la repoblación o la supresión de la burocracia y de la Escuela de Bellas Artes. Tras los honrosos 176 votos obtenidos, Allais nos relata las hazañas de esta especie de superhéroe cotidiano y patafísico, experto en recetar soluciones, inventos o cocktails para cualquier dilema moral o problema de índole práctica con una sabiduría y buenhacer aquilatados en una vida aventurera entre largos trayectos en su yate y peligrosas correrías en el oeste de una barra americana. El Captain Cap está entre lo mejor de este gran humorista de las letras modernas que es Alphonse Allais. Su obra, considerada precursora del humor ""blanco"", ""negro"", ""del absurdo"" y, en definitiva, del experimentalismo y la vanguardia, es imprescindible para entender muchas de las tendencias transgresoras de la literatura y el arte que le siguieron a lo largo del siglo XX (Jarry, Roussel, Dadá y Surrealismo, Gómez de la Serna, Marcel Duchamp, la Patafísica, teatro del absurdo, minimalismo, Perec, Cortázar y, en nuestros días, César Aira...).