Hace más de dos mil años Aristóteles dijo que «La poesía es más profunda y filosófica que la historia»; puede que esto sea verdad, pero lo curioso es que esa profundidad se obtiene con la expresión sencilla de lo que nos rodea. Eso es lo que el lector va encontrar en este libro: versos claros, sencillos, en los que la naturalidad es el vehículo para reflejar la cotidianeidad de los sentimientos. Los poemas en él contenidos son como pavanas (danza española de movimientos pausados, dice el diccionario), de ahí el título elegido por el autor, donde la musicalidad, el ritmo, ayudan a provocar sensaciones conocidas por el lector, y hace que éste sea el protagonista de cada estrofa. En este poemario se refleja lo cotidiano, con dosis de romanticismo ya que casi todo el libro gira alrededor de esa persona que sabemos existe, pero aún no hemos encontrado; tal como decía Octavio Paz «Cada lector busca algo en un poema y no es insólito que lo encuentre: ya lo llevaba dentro».