Silvio José es un mal bicho: irascible, vago y maltratador, de mente malvada y retorcida, sólo se relaciona con otros inadaptados sociales de su entorno, cuando no se queda atrincherado en su habitación en pijama, con videojuegos de la Segunda Guerra Mundial. Silvio quiere un mundo inundado por salchichas Chisparritas, películas de Steven Seagal, mujeres pelirrojas de 1,92 con gorra, tobillos anchos y brazos cortos, Panteras Rosas, pepinillos agridulces y cualquier otra obsesión neurótica que arruine un poco más su propia salud mental y la de su desdichado padre, un ex empleado de banca jubilado que no tiene más remedio que vivir con él. Junto a ellos circulan un rosario de personajes secundarios siempre dispuestos a tomar las peores decisiones, como Federico (amigo de infancia de Silvio esclavizado por su "Geyperman de la suerte"), Sebastián Cubero (profesor de autoescuela, doble de Hitler y poeta infantil demente), el Dr. De la Cuadra (psiquiatra altamente irresponsable), Berta Cortés (madre de Silvio y devoradora compulsiva de hombres), Arquímedes (vendedor despiadado de material de coleccionista) o Máximo Satrústegui (director-tirano del zoológico más psicótico del mundo). Con cierta influencia de autores como Clowes, Blanquet, Doucet o Bagge, Paco Alcázar esboza a través de las vivencias mediocres y estrafalarias de Silvio José y de sus amigos, con humor negro, cínico y sobre todo delirante, un despiadado retrato de nuestra desquiciada sociedad.