La terapia floral de Bach ha de abarcarse desde la raíz del tronco común de la Filosofía hermética a la que pertenece, para explicarla desde la interconexión de todas las ramas del ?rbol de la Sabiduría, tal y como hicieron todos los sabios desde la Antigua Grecia a los últimos neoplatónicos del Renacimiento, pasando por la España andalusí. Como es Arriba, es Abajo: la Tierra como reflejo del Cielo. Y en efecto, todos esos sabios profundizaron en el concepto alquímico de la signatura, es decir, la señal que cada cosa creada presenta de su prototipo celeste. Para Pitágoras fueron las nueve Musas o planetas de la música de las esferas; para Platón, las Formas...Mas todos ellos sanaron el microcosmos humano atendiendo a este criterio. En este ensayo se estudia pormenorizadamente la signatura de cada flor de Bach según la naturaleza triádica de la realidad propia de la alquimia. Y es por ello que a cada flor le corresponden tres decanatos del círculo zodiacal. Aplicarles ese criterio para elaborar los elixires alquímicos potenciará mucho más su don terapéutico.