Dividido en dos partes, "Historias de pueblo" y "Gente de pueblo", Memorial de Villanerías reúne varios relatos en los que la mirada inteligente de su autor recrea el anónimo transcurrir de unos cuantos personajes, a cada cual más entrañable, que desde su rincón natal han sentido el pálpito del mundo -y toda su miseria en ocasiones-, sienten un irrefrenable sueño de gloria, o su dichoso quedarse atravesados por un rayo de luz esperanzada. Todos ellos escritos con gran ternura y comprensión por los que viven estas vidas silenciosas y humildes, pero con humor también, finísimo y lleno de ironía, y con la prosa plena de recursos expresivos a que nos tiene acostumbrados. Y envueltos todos, según propósito declarado, en un aura luminosa hecha de admiración y respeto. Los expresivos dibujos que los acompañan, realizados para la ocasión por Felipe, acreditado maestro del retrato, aumentan sin duda el poder de evocación de esta obra singular.