Hoy en España y en Europa, al igual que hace dos décadas en EEUU, la política de grandes presas y trasvases toca a su fin. Los retos del desarrollo sostenible y los argumentos de racionalidad económica exigen priorizar nuevas estrategias de gestión de la demanda, que fomenten el ahorro y la eficiencia, mientras la recuperación y la conservación de la salud de nuestros ríos y ecosistemas hídricos pasa a ser el reto clave del futuro inmediato.
Al igual que la sociedad actual ha dejado de ver los bosques como simples almacenes de madera, los ríos no pueden seguir siendo valorados como simples canales de H2O. En nombre de un sospechoso «interés general», preñado de poderosos intereses privados, que en ocasiones proyectan sombras de corrupción, no se puede seguir destruyendo ríos, inundando valles habitados, degradando territorios y malgastando fondos públicos.
Del «Preliminar» de Pedro Arrojo Agudo
Premio Goldman para Europa 2003