Dan se enerva con la vida que lleva: sus estudios, sus romances, su familia. en realidad con su historia, pasada y presente. Futuro incierto. Luis es el amigo que le acompaña en todo, excepto en sus gustos sexuales. Además existe Wen, ese inalcanzable idealizado para el primero de estos dos. Historias individuales que se relacionan y condicionan hasta tal punto que la realización personal de cada uno parece que dependa de las elecciones del otro.
Una historia de más de tres en la que se evidencia la complejidad del vivir, tratando de acariciar lo que desde tiempos socráticos se conceptualiza hoy como felicidad. ¿Qué es? ¿Cómo lograrla? La maduración biológica es obligatoria, el crecimiento personal es una elección. El cómo se integran las experiencias vividas, el cómo redefinimos nuestra historia a partir de ellas, algo que parece ser inherente en todo ser humano, va a permitir, o no, seguir caminando hacia ese horizonte.
Historias tal vez próximas que nos permiten conectar con vivencias propias, emocionarnos con ellas y seguir construyendo nuestro camino. Parece que nada sea ajeno a lo humano, parece que toda historia, de toda persona, pueda ayudarnos a acercarnos un poco más a nosotros mismos.