Entroncado con una familia de ilustre tradición cultural, Jesús Franco supone una figura absolutamente anómala en la historia del cine español. Tanto por llamativas cuestiones estéticas (su obra aborda una serie de géneros, sobre todo el fantástico y el policiaco, desde planteamientos muy personales, con progresivo hincapié en el erotismo) cuanto por inauditos factores industriales (su filmografía roza la cifra récord de doscientos largometrajes, y se ha desarrollado en diversos países europeos a lo largo de cincuenta años). Justifica, pues, como ningún otro cineasta español el calificativo "de culto". Carlos Aguilar, premiado historiador cinematográfico y novelista, aborda tan insólito caso mediante un minucioso ensayo que aúna la crónica histórico-biográfica con la valoración cinéfila, incluyendo la glosa de profesionales vinculados en particular con el cine de Franco, no menos "de culto" (la actriz Soledad Miranda, el actor Howard Vernon, el productor Harry Alan Towers, etc.).