La construcción de la corporeidad constituye uno de los procesos básicos en la formación del sentido de la acción humana. El cuerpo es el vehículo de ser en el mundo y por ello se encuentra impregnado de cultura, siendo al mismo tiempo que reflejo de ésta, parte integrante de su estructura y dinámica.
La presente obra se compone de una colección de ensayos, que hablan sobre la dimensión social y cultural del cuerpo en movimiento. Como denominador común, en todos ellos se destacan diversos aspectos que invitan a reflexionar sobre el carácter simbólico (y no sólo biológico) de la corporeidad, resaltando la idea de que con el descubrimiento creciente de la misma, se dan pasos adelante en el autoconocimiento personal, y aún de la propia especie.
Con ese propósito, los trece capítulos que componen la obra se agrupan en cuatro partes, las cuales se ocupan por separado de distintas contingencias motrices, tales como la gestualidad corporal en la vida cotidiana, el comportamiento lúdico y deportivo, o las manifestaciones dancísticas; todo lo cual abre un amplio panorama de formas y matices que encuentran en el detalle, en la observación minuciosa, la clave para la búsqueda de sentidos.
Como se puede observar, siete de los trece capítulos desarrollados se apoyan en estudios de casos que han sido fruto del obligado y necesario trabajo de campo. La reflexión teórica se conjuga así con la investigación empírica en el transcurso de la obra, resaltando la pertinencia del conocimiento práctico, de la experiencia vivida sobre el terreno, para poder valorar con propiedad los contenidos simbólicos que se desprenden de algo tan próximo y al mismo tiempo complejo como es el cuerpo en movimiento.