Martinez-Guerra Rafael Martinez-Guerra; Montesinos-Garcia Juan Javier Montesinos-Garcia; Flores-Flor Juan Pablo Flores-Flores Springer Nature B.V. (2023) Pehmeäkantinen kirja
JAS Arqueologia Sivumäärä: 286 sivua Asu: Pehmeäkantinen kirja Julkaisuvuosi: 2012, 31.12.2012 (lisätietoa) Kieli: Espanja
Lancaster Williams always wanted to be an archaeologist, but he didn’t know how. After finishing his studies and his PhD with great success, he had doubts about how to continue his life. He had done placements in the best universities worldwide, even hobnobbed with eminent professors. However, prospects were not good. Everything changes when he meets Edgar Bowman, an archaeologist that will introduce Lancaster in a sector unknown for him: Commercial Archaeology. A company doing archaeology? That concept was new for him; however, it opened a new door for him to continue his profession. Lancaster become part of the staff in Edgar’s company, monitoring earthworks in a highway. Soon, he would find out the lights and shadows of this sector, even questioning if he took the right decision in working there. SPANISH DESCRIPTION: Lancaster Williams siempre quiso ser arqueólogo, pero no sabía cómo. Tras terminar sus estudios y defender su tesis doctoral con gran éxito, se le presentaba la incertidumbre de qué hacer con su vida. Había disfrutado de numerosas estancias en las más prestigiosas universidades, e incluso se había codeado con los mejores profesores del mundo. Sin embargo las perspectivas que se le presentaban eran muy sombrías. El panorama cambió tras conocer a Edgar Bowman, un veterano arqueólogo que le anima a participar en un sector de la arqueología hasta entonces desconocida para Lancaster: la Arqueología de Urgencia. ¿Una empresa de arqueología? Ese concepto era nuevo para el arqueólogo. No obstante se le abría una puerta a la dedicación profesional. Obsesionado con esto, Lancaster se convierte en el técnico de control arqueológico de una importante obra civil. Con el tiempo aprenderá las virtudes y los inconvenientes de este sistema de trabajo, hasta el punto que descubrirá si su decisión había sido la acertada o no. La figura del Doctor Williams puede ser catalogada como de Quijote de la arqueología, como un arqueólogo de guerrillas o como un mártir por la causa. Dejaré al lector que se forje su propio concepto. Sin embargo estoy convencido de dos cosas: aquellos lectores que aún tienen el concepto romántico o "indianajonesco" de los arqueólogos, que sepáis que esta es la verdadera arqueología que se practica cada día; y para aquellos compañeros que practican día tras día el mismo campo de trabajo que yo, sabéis perfectamente de lo que estamos hablando. La libertad de la lectura radica en la libertad misma de identificarse con cualquier personaje. Hazlo, lector, te lo ruego. Y cuando termines de leer el libro plantéate si de verdad te gustaría ser partícipe de "El Hallazgo"... Pablo Guerra García (Madrid, 1978) es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid (2002). Desde 1999 viene participando en diferentes proyectos arqueológicos por toda España. Comenzó su andadura en este mundo una mañana de agosto, eso sí, cogiendo mal un pico y haciéndose una luxación, pero eso no le achantó y siguió excavando en yacimientos prehistóricos, romanos e incluso paleontológicos de Teruel, Murcia, Cáceres o las Islas Baleares. En el año 2003 comienza a trabajar como arqueólogo profesional, compaginando las excavaciones con sus propias investigaciones sobre la viaria romana, el paisaje antiguo o las técnicas y los materiales constructivos de la Antigüedad, algo que le lleva a iniciar en el 2010 su tesis doctoral en la Universidad Politécnica de Madrid. Ha escrito numerosos artículos y un libro sobre arqueología (2010) y participado en diferentes congresos, algunos de ellos internacionales (Portugal, 2004; Turquía, 2011). Sin embargo, de lo que siempre se ha sentido orgulloso es de conseguir lo que siempre había soñado, desde que sus abuelos Ángel y Pilar le llevaron a ver con nueve años el castro de Santa Tecla en La Guardia. Ese día quiso ser arqueólogo. Y lo ha conseguido.