Me abre la puerta una mujer de cara redonda. Con estas palabras se inicia en El Apeadero la insólita travesía del ingeniero Álvaro Sotomayor rumbo a Maldinuera, un villorrio que no figura en los mapas ni en los GPS. Atrapado por esa cálida invitación que le susurra la primera persona del narrador, el lector se entregará generosamente a participar en la búsqueda del presente que le agobia y del pasado que ha muerto, sin saber si avanza en el mundo absurdo en el que vive o retrocede hacia leyendas arruinadas. El apeadero es una novela nueva e innovadora, en la que Manuel Mira Candel vuelve a sorprender con un texto brillante y evocador que trasciende su propio contexto narrativo y sumerge al lector en una realidad -la de nuestros días- que le obliga a rebelarse para redimirse. El profesor Antonio Díez Mediavilla, de la Universidad de Alicante, autor del prólogo, ha escrito: Su delicado y preciso tejido responde a esa necesidad de atar cada cabo que siempre nos ha atraído en la narrativa de Manuel Mira, pero esa primera persona, profunda, serena, que te sitúa inmediatamente en el plano confidencial de la confesión, proyecta el tú del lector, le agiganta y le hace cómplice inmediato de una historia que se va desvelando en pequeñas pinceladas, casi impresionistas, pero de magistral eficacia narrativa.