El libro muestra cómo hacer magia con la música, mediante unos cuantos trucos para adquirir una buena base técnica, musical y teórica, pero de una forma divertida, fomentando la emoción musical, el juego, la exploración y la creatividad. Hay cabida para la música de hoy pero también para los maestros clásicos y, sobre todo, para la imaginación del diletante. 9 Unidades didácticas repartidas en 4 partes, mieDO, sorpREsa, aMIstad, FAbulación, guían al alumno y al profesor en un libro en el que lo más importante es lo que queda por hacer: dar vida a la música exprimiendo lo escrito pero, sobre todo, creando posibilidades de ampliarlo para disfrutar al máximo con la guitarra y la música.· 79 piezas breves, variadas y atractivas. Solos y dúos.· Uso de la poesía como forma de enfatizar la emoción.· Más de 80 actividades y juegos sugeridos para alumno y profesor.· Incluye fichas de trabajo semanal, lectura y seguimiento de cada pieza.· Música original, versiones pop, música tradicional y música de maestros.· Miniacordes para los principiantes y acordes de acompañamiento.· Lectura sencilla con tipografía grande.· Libro didáctico y progresivo.Tocar arpegios a corcheas o negras con puntillo, con los dedos pulgar, índice y medio, compás de 3/4, acentuando la tercera parte, armadura de clave de dos sostenidos y a un tempo de Allegro está realmente bien, pero la música es algo más que todo eso. Son medios que nos deben llevar a sitios más amables y mágicos. Y a veces empezamos olvidándonos de ello. Si esos medios no nos llevan a disfrutar del sonido, expresar estados de ánimo, contar historias o decir cosas, las que sean, aunque nunca sabremos exactamente qué cosas, perdemos la magia desde el primer momento. El objetivo de este libro es hacer magia, música, y mostrar algunos trucos y formas de conseguirlo. Esos trucos llevarán alguna síncopa, unos arpegios con corcheas en 4/4, algún sostenido, y alguna cosa más, pero lo que pretende es que todos esos trucos, al alcance de cualquiera, sirvan al alumno para que la música tenga ese componente mágico desde el principio. Luego viene todo aquello de construir una buena técnica, dominar la lectura, introducir al alumno a la guitarra clásica o tocar alguna cosita de Tárrega o Sor, necesario pero no suficiente. Primero la magia y después las instrucciones.