La silla de paja nos propone un viaje a la magia de las palabras y nos evoca la España rural de los años 50 y 60, vista por un muchacho de aquel momento, con la inocencia, la picardía y el realismo propios de su edad. Desde sus anécdotas, el lector se traslada y rememora ese mundo tan cercano en el tiempo y a la vez tan distinto al de hoy. Un mundo donde prevalecían la espontaneidad, la franqueza y el aprendizaje generacional, con el gozo del sosiego en la naturaleza, el trabajo en el campo, la charla y los juegos de temporada en la calle, la afectividad familiar y la convivencia, pero con los problemas del autoritarismo, las supersticiones, la pobreza y la emigración en busca del sustento. Podrían ser relatos contados alrededor de la llama del hogar, aunque la temática y la referencia al pasado se expresan literariamente con una técnica narrativa actual, que acoge en un amplio abanico desde el monólogo interior y el estilo indirecto libre a la interpolación de planos. Los distintos relatos se entrecruzan y unifican, desde la visión sincera y candorosa de su protagonista o testigo observador. Un libro que nos acerca a nuestras raíces, raíces que nunca debemos olvidar y que las generaciones nuevas deben conocer.