Va a encontrar 101 piezas -habilidades emocionales- del puzzle de la vida y del trabajo. Cada una está construida con dos caras. La primera es como un espejo. ¿Tiene identificadas sus prioridades? ¿Está orientado a comprender a los demás? ¿Controla sus miedos y temores? ¿Es eficiente en el manejo del tiempo? ¿Actúa con oportunidad en los momentos claves? ¿Vive su sexualidad de forma imaginativa y divertida? ¿Dirige el timón de su propia vida? ¿Sabe vivir de espaldas a las sombras? ¿Desarrolla sus propias ideas? ¿Está orientado a la acción? ¿Trabaja con criterios productivos? ¿Evita el perfeccionismo equivocado? ¿Usa su cabeza, para variar?, etcétera, hasta 101. La segunda cara de cada pieza explica -en dos apartados que se titulan Para desarrollarla Produce - orientaciones y acciones destinadas a proyectar la mejora de cada habilidad emocional en su actitud y conducta personales.