Libro de la esperanza frente al dolor, libro de lo cotidiano en lo excepcional, libro que tiende la mano incluso al antagonista.
Yehuda Amijai nació en Würzburg (Alemania) en 1924, aunque en 1935 emigró con su familia a Israel. Participó en la Segunda Guerra Mundial en el ejército inglés (donde conoció la obra de Eliot, Auden, Dylan Thomas) y en la guerra de Independencia (1948).
La continua situación de conflicto que vivió Amijai, hizo que reaccionara y que superara la poesía patriótica, nacionalista y realista que se hacía en aquel momento (Generación del Palmaj), para hacer una poesía de la cotidianeidad, en la que se habla de la calle, mercados, camiones... sin olvidar la muerte que siempre acechaba cerca o el agua, el grito y el silencio.
Este sentido de la literatura encuadra a Amijai como avanzadilla de la Generación de la Guerra.
Perseguidor de la felicidad alcanzable, Amijai, con la entereza de un médico, toca donde duele con la visión tolerante y la distancia de la poesía. Es capaz de dialogar y sentir amor cuando otros tienen la piedra y el fusil en la mano.
Por esta personalidad terapéutica, se considera a su poesía «la religión de los no religiosos».