«Únicamente quienes han conocido la terrible angustia de una lista de espera para un trasplante pueden saber lo que escribo. Los demás solo podrán imaginar, y muy de lejos, lo que esta espera significa. Se vive pendiente de una llamada telefónica que no llega. Los días parecen años y los meses se convierten en siglos. Como si el tiempo, de pronto, se hubiese quedado detenido. (...) La esperanza se cansa de esperar. Las noches son eternas y terribles. Hasta que la llamada se produce. Ese instante no puede contarse con palabras». Así prologa la periodista Natalia Figueroa ""Abrazo de vida"", el relato de un trasplantado hepático que trata de «poner palabras» a ese instante que le hizo renacer, así como su experiencia previa y posterior al mismo. ""Abrazo de vida"" es un alegato, una llamada a la lucha contra el sufrimiento y la adversidad disfrazada de enfermedad y a la capacidad de resistencia que posee el ser humano para sobrevivir. Una vivencia en primera persona donde las emociones, los sentimientos y las sensibilidades se muestran a flor de piel ante la cercanía de la muerte y el renacer de un hombre.