El autor ha conseguido diseñar una herramienta didáctica para el profesorado, introduciéndonos al maravilloso deporte del Kin-Ball donde se priman el juego y las relaciones interpersonales. La estructura del libro responde precisamente a este guión. En primer lugar, nos encontramos con un análisis retrospectivo del juego desde sus inicios hasta la actualidad, para comprobar que no es sino una construcción cultural que se adapta a las necesidades y las modas del momento. Su visión histórica lleva al autor a presentar las principales definiciones que sobre este concepto interactivo se han barajado, haciendo alusión en los siguientes capítulos a las características de los juegos cooperativos, así como a su metodología y organización. En el apartado quinto nos encontramos con una mención ineludible a la importancia de los iguales para el desarrollo afectivo, emocional y social de los niños y niñas, motivados y orientados por la figura de un docente que se muestra como un participante activo, tal y como se detalla en el capítulo sexto. Las posibilidades de la pelota como herramienta que favorece los principios lúdicos que el autor defiende son explicados en un apartado previo al desarrollo de los distintos juegos cooperativos que se diseñan para el Kin-Ball. Cuando finalizamos de leer el libro que Pedro nos presentó nuestra sorpresa como profesoras tornó en satisfacción personal por haber encontrado en sus palabras el reflejo de lo que durante tantas horas de clase, lecciones y charlas habíamos tratado.