Antonio Martín Morales apuesta por la defensa de la Andalucía rural ante los grandes intereses económicos en ¿Torrevela¿, su segunda novela.
En Torrevela, nombre que puede corresponderse con la mayor parte de los pueblos de Andalucía, todas las casas son blancas y las calles angostas. Torrevela está ubicado entre las laderas de los grandes montes de la sierra. El pueblo está a punto de sufrir una terrible convulsión, llevada por un hombre de la capital. El protagonista es consciente de ser portador de la tragedia de aquella aldea, exponente típico de la Andalucía interior y de sus problemas. Lo que en la capital son frías cifras, en el pueblo es la miseria. Metáfora de la inclemencia del destino, de la tragedia esperando al hombre tras cada esquina, "Torrevela" muestra la dureza de la vida en la Andalucía agrícola y ganadera, aquella que no suele estar en los titulares de los medios de comunicación salvo cuando las grandes decisiones de los políticos parecen dispuestas a destruirla.
De rabiosa actualidad, por los recortes sufridos en la agricultura andaluza de la oliva y el algodón, en Torrevela" se desgrana el drama rural. Un pueblo que sufre las consecuencias de las crisis alimentaria que padece el mundo, gripe del pollo, vacas locas; en este caso es la peste porcina, que llevará a sus habitantes al desastre, al abandono del pueblo, a su conversión en proletariado de la gran capital o a la muerte. Comemos todos los días, absortos en nuestro mundo, olvidándonos del campo que nos da esos productos. Antonio Martín Morales nos recuerda la dura realidad de estos hombres.
Torrevela es la demostración de que la novela moderna no ha de ser obligatoriamente urbana, que en el ámbito rural puede haber grandes temas, pasiones, sentimientos, dolor. Y demuestra, además, que la nueva narrativa andaluza es novedosa, está muy viva y pujante, frente a la estandarización temática que ofrecen las grandes editoriales.
Antonio Martín Morales es granadino, de Huétor Vega. A pesar de su juventud, 25 años, "Torrevela" es su segunda novela. Su primera obra publicada fue "La mirada de Judas". Ediciones Irreverentes publica esta novela con el número 30 de su colección de narrativa, tras ¿la raza de los malditos¿ de Marcel Proust, y tras ¿Pasiones fugaces¿ libro colectivo con relatos del gaditano Eduardo Mendicutti y los madrileños Miguel Angel de Rus y Antonio Gómez Rufo.