La solución a los problemas jurídicos derivados de la muerte de una persona y de la consiguiente transmisión de sus bienes ha sido enmarcada desde el Derecho Romano dentro del llamado Derecho de sucesiones. Todos los ordenamientos jurídico-civiles del Estado español se basan, en mayor o menor medida, en las extraordinarias aportaciones realizadas hace casi dos mil años por los juristas romanos, pero es el Derecho catalán el que presenta, por una parte, más conexión con el pasado, y por otra, más acercamiento a la realidad actual. El presente libro analiza los clásicos problemas sucesorios tomando por base el nuevo ordenamiento catalán y el viejo Código civil español, observando diferencias y analogías, reteniendo y rescatando las opiniones de tratadistas catalanes del siglo XIX y principios del XX y comparándolas con las más modernas aportaciones doctrinales y jurisprudenciales. El fenómeno sucesorio es abordado por el autor desde varios puntos de vista: de forma dinámica, de modo que las tradicionales instituciones y categorías dogmáticas son destruidas y reconstruidas para ser adaptadas al devenir real de los acontecimientos; de forma temporal, de modo que partiendo de las leyes originarias se llega hasta los textos normativos vigentes a través de todas las modificaciones realizadas, permitiendo al lector una visión intertemporal de la legislación sucesoria, regida por el principio de la irretroactividad; de forma inductiva, de modo que, por una parte, se proponen diversos casos concretos y reales como introducción a un análisis general, y por otra, se plantean diversas preguntas como desarrrollo de esta visión genérica; de forma gráfica, al proyectar el Derecho sucesorio en equemas gráficos, y finalmente, de forma comparativa, al analizar conjuntamente el llamado Derecho castellano y el Derecho catalán.