Constantino Salinas (Alsasua, 1886-Buenos Aires, 1966), hijo de un alcalde liberal de Alsasua, es un buen ejemplo del sector minoritario de navarros que abrazaron el liberalismo y la democracia. Asimimismo fue uno de los escasos miembros de las profesiones liberales que ingresó en el Partido Socialista en Navarra. Precisamente destaca en él que, tras una primera etapa en las filas liberal-republicanas (1903-1918), militara activamente en el PSOE hasta su muerte. Esta evolución le sitúa entre los que pasaron del ""liberalismo para la democracia"" al ""socialismo democrático"". La relevancia política de este médico, consuegro de Alcalá Zamora, se puso de relieve en 1931, al recaer en él la vicepresidencia de la Comisión Gestora de la Diputación Foral y convertirse en alguna medida en el símbolo de la Navarra republicana. De ahí la oportunidad de trazar, siquiera a grandes rasgos, su biografía, insistiendo en los periodos (el anterior a 1931 y el del exilio) y aspectos más desconocidos. Así, en la polémica que en 1935 sostuvo con el semanario ugetista pamplonés ¡¡Trabajadores!! (que dirigió en 1936), por escribir en el seminario besteirista madrileño Democracia. Esta última circunstancia le coloca en las proximidades del ""reformismo"" de Besteiro y de su viejo amigo Saborit, aunque resalta también su cercanía a los planteamientos ""centristas"" de Prieto, con quien igualmente mantuvo estrechas relaciones durante décadas. Por otra parte el compromiso con sus ideas llevó a Salinas a defenderlas en una amplia obra escrita. En ella, además de varios libros, destacan sus numerosos artículos periodísticos en los dos semanarios citados, en el bilbaíno La Lucha de Clases y, durante el exilio, en el Socialista, sobre todo, y en la Vanguardia, Afirmación y otras publicaciones socialistas y republicanas españolas y argentinas. Todo ello justifica también dar a conocer una trayectoria como la suya, tan opuesta por otro lado al ensimismamiento identitario y narcisista reinante.