Heredera de los mitos clásicos del cine de terror puestos en marcha por la Universal ¿tradiciones que a menudo amplió con nuevas e interesantes propuestas-, la Hammer ejerció su magisterio en todo el cine fantástico desde mediados de los años 50, cuando el éxito de "El experimento del doctor Quatermass" (Val Guest, 1955) le procuró el reconocimiento de los aficionados del mundo entero, hasta dos décadas después, cuando tras el estreno de "El exorcista" (William Friedkin, 1973) los endemoniados desplazaron a los vampiros, los licántropos y los doctores locos del parnaso del escalofrío fílmico.
Más allá de los estrictos parámetros del género en el que habría de sobresalir, la Hammer también se aplicó en la producción de cintas de ciencia ficción, de aventuras, thrillers psicológicos e incluso dramas bélicos. Creadora igualmente de toda una estética en la que se mezclaron la iconografía gótica con la jovialidad de ¿swinging London¿, las sombras de una imaginaria Europa central con el atractivo de las Hammerettes, Hammer Films viene siendo objeto de culto por los mitómanos desde que la casa abandonó la producción cinematográfica. Toda la actividad de este estudio, indiscutiblemente una de las glorias de la pantalla británica, es analizada en estas páginas. Por ellas desfilan escritores como Sheridan le Fannu y realizadores como el gran Terence Fisher, actores como Peter Cushing y Christopher Lee, actrices como Ingrid Pitt y Hazel Court. Un recorrido, en fin, por uno de los capítulos fundamentales en la historia del cine fantástico.